
La entrada de hoy va dedicada a una pequeña parte de la historia de mi ciudad. Cómo el sacrificio y arrojo de los malagueños ante la adversidad fue "reconocido" por el pueblo alemán.
El SMS Gneiseau era un buque escuela de la Armada Imperial alemana que se encontraba atracado en la ciudad. Tras hacer escala en Málaga el navío se dispuso a abandonar el puerto la noche del 16 al 17 de diciembre pero un fallo en el motor unido a las condiciones meteorológicas adversas provocaron el hundimiento de la nave.
Ante esta situación, cientos de málagueños se lanzaron con valentía al mar para tratar de salvar a los marineros alemanes. A la mañana siguiente habían fallecido 40 soldados germanos y numerosos malagueños. Este hecho le valió a Málaga ganar en el escudo de la ciudad el adjetivo de "Muy hospitalaria". Pero la generosidad alemana quiso ir más allá.
Cuenta la parte noble de la historia que los alemanes, al ser conocedores de la catástrofe, realizaron una numerosa colécta para las vícticmas del naufragio y regalaron a la ciudad el puente de Santo Domingo.
Pero hay otra historia menos amable, el Kaiser Guillermo II maravillado por el enorme sacrificio que realizó la ciudad por salvar la vida de sus marineros, quiso recompensar semejante esfuerzo de los malacitanos regalándoles un laboratorio de investigación biomarítima puntero en el mundo. Cuando llegó el buque alemán con los materiales y el equipo necesarios para comenzar la construcción, las autoridades portuarias detuvieron el barco y exigieron el pago de unas desorbitadas tasas y aranceles por el traslado de semejante equipo científico. Este hecho encolerizó a los alemanes que se llevaron el laboratorio a casa y a cambios trajeron este puente de hierro, que obviamente, es mucho mas barato.
Algún día hablaré sobre la cantidad de listos que ha habido al frente de la autoridad portuaria en Málaga, pero esta entrada es sobre la Historia de la ciudad.
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