sábado, 20 de junio de 2009

¿Y qué haremos luego?


Esa es la pregunta que me hago tras haber visto el reportaje del programa Callejeros de ayer en Cuatro.

Quien a estas alturas de la película no sepa qué es, se trata de programa de reportajes al estilo "cámara en mano" que abarca distintos aspectos de nuestra sociedad: barrios conflictivos, temas de actualidad, etc. El de ayer iba sobre los primeros.

Espiritu Santo es un barrio de la ciudad de Murcia igual que tantos otros del resto de nuestra geografía y que parece que toda ciudad que se precie deba tener: drogas, trapicheos, peleas, ausentismo laboral y escolar, suciedad, focos de infección, etc. Pero lo que me llamó la atención del reportaje no fue que la basura llegara hasta el techo, que las niñas que pasasen de jugar con Barbies a jugar con sus hijos en diez minutos, que las cucarachas pasearan saludando o que hubiera más jeringas que margaritas. Lo que me indignó de sobremanera fueron dos momentos: la visita al taller ocupacional y la visita a un centro social.

En la primera aparecía un adolescente (Nota: ver la foto para hacerse una idea) que tras haberse hecho una piarda de cuatro horas decidió que era hora de dignarse a aparecer por allí. El muchacho en cuestión confesaba ante la cámara lo mucho que le gustaba el taller de mecánica y mucho más que ir al colegio (el cual abandonó hace más de un año) e incluso admitía que no iba a salir de allí trabajando de mecánico pero que así hacía algo con los colegas.

En la segunda, entraba en escena un monitor de la escuela de Breakdance que enseñaba a los chavales más pequeños a como convertirse en un auténtico B-boy. Las declaraciones de los chicos eran impagables, estaban allí porque era lo que les gustaba y no quería ir al colegio sino dedicarse a ello "profesionalmente" ... !Incluso uno había ganado ya un campeonato¡.

Por favor, ruego a alguien más sabio que yo que me explique dónde vamos a parar con esta actitud. Qué mente privilegiada del gobierno local/autonómico/estatal se le pasó por la cabeza la siguiente idea: "a los niños no les gusta ir al colegio, pongámosles talleres de breakdance". Por qué no han clavado su cabeza en una pica en la más alta torre.

Mediante actividades como éstas no sólo no estamos consiguiendo que esos niños retomen el trabajo en la escuela y se formen como ciudadanos útiles en el futuro sino que estamos educándoles en la cultura del mínimo esfuerzo.

Ejemplo ilustrativo: Padre gitano (lo era, y qué, no seamos políticamente correctos, este ejemplo se podría extrapolar perfectamente al padre payo pijo y su hijo, pero no es el caso) a su hijo. Como aclaración, el prenda en cuestión previamente se había ventilado sus dos rayitas de cocaína y había puesto su coche a quemar rueda y a más de 100 km/h.

-¿Quieres 50 euros para comprarte algo?
-(ininteligible)
-¿LOS QUIERES O NO LOS QUIERES?

¿Pero esto qué es? Atrás quedaron el esfuerzo, la dedicación y mucho pero que mucho después de un tortuoso camino, la recompensa. Así únicamente conseguimos enseñar a los niños el camino fácil y cómo conseguir las cosas sin trabajarlas.

¿Quién tiene la culpa de todo esto? Sería muy facil apuntar al gobierno, que a fin de cuentas es quien toma esas medidas para contentar a unos votantes que no ven más allá de la pila de basura que tienen delante pero quizá deberíamos ir más allá. Empresas que mediante agresivas campañas de marketing tratan de establecer nuestras propias preferencias y gustos. Los propios padres, con una escasa formación cultural, que ven cómo sus hijos son felices y punto. Y así hasta llegar a culpar a la pobre golondrina que sólo estaba de paso.

Por supuesto no podemos olvidar que estos chavales crecen. Crecen en un mundo agresivo y ultracompetitivo que desecha las partes prescindibles de la maquinaria y es entonces cuando entrada en la veintena ese chaval que se había "dedicado" en cuerpo y alma al breakdance, acaba por darse la mayor ostia de todos los tiempos y ve como sus aspiraciones pasan de ser polvo a convertirse en cenizas.

Y después vendrán exigiendo, querrán mejores carreteras, más policías para sus barrios y que vigilen a sus hijos, mejores médicos y profesionales realmente cualificados que atiendan sus necesidades y las de la sociedad pero, de dónde vamos a sacarlos cuando nos hemos dedicado a alimentar con falsas ideas y esperanzas a toda una generación de peones y mecánicos.

Triste, muy triste panorama le espera a este país en los próximos 20 años. Tal vez el exilio no sea la peor opción después de todo.

miércoles, 17 de junio de 2009

De presunto violador, a víctima

Permitidme que la entrada venga tan seguida de la última pero es que esta noticia me ha llamado poderosamente la atención. También aprovecho la ocasión para pedir perdón por segunda vez por limitarme a copiar y pegar la noticia.

Lo que a continuación os dejo es cuanto menos, inaudito.

El enlace en cuestión es este.

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José, un albañil sordomudo de 33 años, entró en la Audiencia Provincial de Granada para ser juzgado por un crimen particularmente sórdido: su hermana le acusaba de haberla violado en varias ocasiones. Él era el sospechoso y ella, la testigo de cargo. La Fiscalía solicitaba para José 25 años de cárcel.

El guión estaba escrito, pero nadie lo siguió. La víctima abandonó voluntariamente ese papel y se desdijo: su hermano nunca la había tocado. El supuesto agresor sexual pasaba a ser el perjudicado, y la denunciante, una presunta delincuente. Un desenlace sorprendente.

En una sentencia difundida ayer, la Audiencia zanjó el desconcertante caso de la 'violación incestuosa' que nunca existió. En cuatro folios, los jueces acordaban la absolución de José y ordenaban que se investigase a su hermana por si su conducta pudiera constituir «un delito de denuncia falsa».

No quería declarar

Francisco Chinchilla, el defensor de José, admitía que nunca antes le había ocurrido algo similar. El letrado reconoció que otro hermano de los dos implicados ya le había advertido de que la mujer no iba a mantener la acusación. De hecho, la Audiencia había fijado una primera fecha para la celebración del juicio y ella no compareció. «Así que la segunda vez fue trasladada por la fuerza pública», recordó ayer el abogado.

Ese día, Francisco Chinchilla se topó con la supuesta víctima y le preguntó si era cierto que iba a retractarse. «Me contestó que sí», rememora. La respuesta le dejó estupefacto. «Me lo esperaba, es verdad, pero aún así me sorprendió, la verdad. No comprendía cómo podía haber sostenido durante cinco años una acusación tan grave contra su propio hermano. Si estaba indignada con él, podría haberle imputado otro hecho menos serio... Y así se lo comenté a ella. Es que no lo comprendía y sigo sin comprederlo. Y más si se tiene en cuenta que, y esto también se lo dije, que si se desdecía podría acabar siendo ella la acusada, que no se iría de rositas, como así ocurrió. Por nuestra parte, magnífico, es evidente, pero extrañar claro que extraña», relató el letrado.

¿Por qué le jugó esa malísima pasada a su hermano José? Ya en la sala, la joven -de veinte años- explicó que fue porque su familia era contraria a una relación sentimental que mantenía con un tal Avelino. «Se retractó de sus anteriores declaraciones -dice el fallo-, manifestando que todo lo denunciado era mentira y se lo había inventado para que, tanto su hermano como el resto de su familia, la dejaran tranquila porque se oponían a que se fuera a vivir con su novio». Fue una venganza, una represalia que, asombrosamente, no parece haber roto el vínculo fraternal. «Es el hermano con el que mejor me llevo», afirmó la víctima poco antes de que el juicio quedara visto para sentencia.

Una declaración inaudita. Una más.

martes, 16 de junio de 2009

Y, el último hombre de la tierra


Imagina un día cualquiera, todo transcurre con una aburrida normalidad y nada parece que vaya evitarlo. Pero de pronto, todos los hombres y mamíferos macho de la tierra son exterminados por "algo" y mueren. Salvo tú, por supuesto, un aprendiz de escapista y tu mono capuchino.

Ese es el planteamiento inicial de "Y, el último hombre en la tierra". Una novela gráfica que narra las aventuras de Yarrick y su mono Ampersand en un viaje por un mundo dominado por, y hago bien en citar literalmente, mujeres al borde de un ataque de nervios en la búsqueda de una vacuna y su desaparecida novia.

Detrás de todo este planteamiento de acción y aventuras, Brian K. Vaughman y Pia Guerra hacen una sutil crítica al mundo actual donde lo políticamente correcto está de moda y se intenta compensar años de discriminación machista mediante leyes y medidas favorables al "sexo débil".

Acción, amor, traición, aventura, engaños y una trama muy bien hilada narran esta fántastica aventura a lo largo de los 10 volúmenes que la componen.

Una lectura muy recomendada y entretenida para el verano que os aseguro no os defraudará.

jueves, 4 de junio de 2009

El poder de tu voz



El spot de Amnistía Internacional El Poder de Tu Voz no puede ser emitido por las cadenas de televisión. El Ministerio de Industria, Turismo y Comercio obstaculiza su emisión por parte de cualquier canal de televisión, denegando la exención de cómputo publicitario.

No sólo niega el carácter de servicio público del anuncio, con lo que se impide su emisión gratuita, sino que además lo califica como publicidad política. Sí amiguitos, no esperéis ver pornografía ni violencia extrema, sólo unas cuantas verdades como puños.

Amnistía Internacional

Si crees que vale la pena, difúndelo.